Dentro del encantador casco histórico de la ciudad, se despliega un rincón especial alrededor de la Estación de Ferrocarriles. Aquí, los pasos del tiempo se entrelazan con la arquitectura de antaño, revelando la historia de la era ferroviaria. Entre las calles adoquinadas, descubrirás casas centenarias que albergaron a funcionarios del ferrocarril estatal, testigos silenciosos del esplendor de esa época.

En este escenario, destaca el majestuoso edificio Marsano, una joya arquitectónica que se erige con imponencia desde 1924 hasta 1926. Su cúpula semi-bulbar barroca se alza como un faro en el paisaje urbano. En sus primeros años, este edificio no era solo un monumento de belleza, sino también un lujoso hotel que recibió a distinguidas personalidades, incluyendo ex presidentes de la República.

Este barrio histórico, que guarda secretos y recuerdos de tiempos pasados, fue también el lugar donde el premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, vivió y creció durante los años que marcaron su juventud, desde principios de 1906 hasta el verano de 1921. Caminar por estas calles es sumergirse en la historia y la cultura de la ciudad, donde cada edificio y callejón cuentan sus propias historias.

Donde: Aníbal Pinto N° 045