Un poco más allá del pintoresco pueblo de Curarrehue se encuentra uno de los puentes colgantes más altos de Chile, conocido como Basa Grande. Este impresionante puente, ubicado a ocho kilómetros de Curarrehue por el camino a Reigolil, cuelga a más de 30 metros de altura sobre el río Basa, ofreciendo una vista tanto espectacular como intimidante del paisaje circundante.
Aunque actualmente no es posible cruzar el Basa Grande debido al considerable deterioro de sus materiales, su imponente estructura de madera sigue siendo un espectáculo digno de admiración. La combinación del puente suspendido sobre el río y el entorno del tupido bosque nativo crea una atmósfera única, donde el constante murmullo del agua y la majestuosidad del paisaje invitan a una experiencia de contemplación y reflexión.
El Basa Grande, con su aura de oscuridad y misterio, se ha convertido en un atractivo para quienes buscan un paseo breve pero enriquecedor en plena naturaleza. Aunque ya no desafía a los valientes como en sus mejores tiempos, su presencia sigue siendo un recordatorio de la conexión entre la ingeniería humana y la fuerza de la naturaleza. Este lugar ofrece una oportunidad perfecta para una escapada en familia o con amigos, brindando un momento de tranquilidad y asombro en medio de un entorno natural impresionante.