
En pleno corazón de la comuna se levanta un espacio donde las esculturas mapuches cuentan, en madera y forma, episodios que marcaron la historia de este territorio. Al recorrerlo, no solo se aprecia el arte y la memoria, sino que también se abre la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local: restaurantes que invitan a saborear desde platos típicos mapuches hasta preparaciones tradicionales que guardan la esencia de la zona.