
Durante gran parte del siglo XX, el Puente Ferroviario de Nueva Imperial, que cruza el río Cholchol, fue mucho más que una obra de ingeniería: se transformó en el enlace que permitió dinamizar la economía local y conectar a la comuna con el resto del sur de Chile. Los trenes que pasaban por sus vías trajeron consigo un intenso intercambio comercial, social y cultural, marcando la vida cotidiana de generaciones.
En sus primeros años, el puente fue construido con madera nativa de la zona. Con el paso del tiempo, y buscando mayor resistencia, fue remodelado en metal por la prestigiosa empresa francesa Schneider y Creusot, la misma que levantó la Estación Central de Santiago y el Viaducto del Malleco en Collipulli. Su construcción fue toda una proeza: cada pieza fue trasladada en barco hasta Chile y ensamblada meticulosamente en el lugar.
El puente fue inaugurado en 1909, y todavía hoy muchos adultos mayores de la comuna recuerdan con nostalgia los sonidos característicos de la locomotora atravesando sus rieles, el retumbar metálico de los vagones y las postales de esos años gloriosos en que el tren era símbolo de progreso. Su funcionamiento se extendió hasta el año 2000, dejando un legado imborrable en la memoria local.
Reconociendo su valor histórico, el 24 de septiembre de 2008 el puente fue declarado Monumento Nacional, no solo por su antigüedad y belleza, sino también por considerarse un emblema identitario de Nueva Imperial. Para sus habitantes, el puente es un testigo silencioso de los cambios de la comuna y un recuerdo entrañable de una época marcada por el ferrocarril.
Hoy, cada cierto tiempo resurge entre los vecinos la idea de restaurarlo y darle una nueva vida como puente peatonal, acompañado de actividades culturales que acerquen a los visitantes a la historia del río Cholchol y de la comuna. Una iniciativa que, de concretarse, abriría un nuevo capítulo en la relación de Nueva Imperial con su patrimonio.
📍 El Puente Ferroviario de Nueva Imperial es parte de ese gran rompecabezas cultural y patrimonial que conforma la Ruta de los Vapores en La Araucanía. Una invitación a viajar en el tiempo, descubrir historias y dejarse llevar por la memoria de un territorio vivo.
✨ ¡Ven, recorre y sueña con el viaje!