Al borde del camino, una cascada cae con gracia, descendiendo unos 10 metros en un muro de lava del Volcán Sollipulli. El bosque de Coigües, en su adaptación al suelo volcánico, adopta formas únicas. En las zonas más rocosas, plantas como Chauras, Romerillos y Cenecios se aferran a este hábitat desafiante, acompañados por Líquenes y Musgos que añaden su impronta a esta escena resiliente.