En el mapa del sur de Chile, Pucón ya no es solo un nombre. Es una energía que vibra entre volcanes, lagos y bosques eternos. Un destino donde la aventura se encuentra con la calma, donde cada sendero, río y montaña parecen susurrar historias de naturaleza viva.
Durante la última década, Pucón y Caburgua han experimentado una transformación profunda. De ser los clásicos refugios veraniegos de sol y lago, hoy se han convertido en el epicentro del turismo aventura y familiar de Chile. Ascensos al volcán Villarrica, rafting en el Trancura, canopy entre árboles centenarios o caminatas por antiguas rutas de agua y piedra: experiencias que hoy definen el pulso del turismo en La Araucanía.
“El visitante ya no quiere solo mirar el paisaje; quiere sentirlo, vivirlo, respirarlo”, comenta Cristián Yévenes, director de Mirador Los Volcanes.
Este cambio no fue casualidad. Fue fruto de la profesionalización de sus operadores, de la seguridad como prioridad y de una visión compartida: hacer del turismo una experiencia sostenible. En 2025, La Araucanía fue sede de la Cumbre Internacional de Turismo de Aventura y Naturaleza, y Pucón fue nuevamente nominada a los World Travel Awards como Mejor Destino Regional de Turismo Aventura.
“Tenemos más de 750 empresas turísticas formales y podemos realizar 21 de las 24 actividades reguladas por la Ley de Turismo en Chile. Eso demuestra el nivel de desarrollo y compromiso del territorio”, explica Camila Silva, encargada de Turismo de la Municipalidad de Pucón.
Aventura que también se vive en familia
El turismo aventura en Pucón no es solo para los intrépidos. También es para los niños que descubren su primer sendero, las familias que reman juntas en el lago Caburgua o los abuelos que caminan lentamente por el Parque Huerquehue, admirando la pureza de sus lagunas.
El turismo familiar activo se ha convertido en un eje clave: termas, canopy, ciclovías, paseos en kayak y caminatas suaves son parte de una oferta que invita a reconectarse con la naturaleza y entre generaciones.
“Hoy las familias buscan experiencias auténticas, donde todos tengan su espacio. Aventura en la mañana y descanso al atardecer. En eso Pucón tiene una ventaja natural”, dice Yévenes.
Más que destino: una experiencia completa
Pucón es aventura, sí, pero también es sabor e identidad. Su gastronomía local, inspirada en productos del territorio, es parte esencial de la experiencia: trucha, cordero, frutos del bosque, piñones y el toque del merkén cuentan una historia que se saborea en cada plato.
El alojamiento también ha evolucionado hacia experiencias inmersivas. En Mirador Los Volcanes, por ejemplo, la hospitalidad se siente entre bosques y piscinas temperadas, con vistas que parecen abrazar el volcán. “Más que alojamiento, ofrecemos conexión con el entorno y cercanía humana. Eso es lo que más valora el visitante”, asegura Yévenes.
El desafío del futuro: crecer sin perder el alma
El éxito de Pucón trae consigo un reto: mantener el equilibrio entre desarrollo y naturaleza. La expansión turística necesita ir de la mano con una gestión sostenible del territorio, fomentando la educación ambiental y la desestacionalización con eventos deportivos, culturales y rutas temáticas.
El futuro se perfila brillante. Pucón no solo es un destino: es una forma de vivir el sur. Un lugar donde la aventura tiene rostro humano, donde el bienestar se combina con la emoción y donde cada paso invita a reencontrarse con lo esencial.
Y mientras el volcán Villarrica sigue encendido en el horizonte, Pucón se consagra como lo que siempre fue —el corazón aventurero de La Araucanía, un lugar donde la naturaleza aún escribe su historia con fuego, agua y viento.
📍 Pucón, Región de La Araucanía
Donde la aventura y la familia se encuentran bajo el mismo cielo del sur.

